viernes, 11 de abril de 2008

Mujeres maltratadas

A veces las mujeres no tenemos en cuenta cuál es nuestro rol en la vida. Nos preguntamos una y otra vez si lo que hicimos en el día valió la pena o no; todo se cuestiona. Es en estos momentos en los que nos tenemos que poner a pensar realmente qué estamos buscando, hacia dónde nos dirigimos, y sobre todo, quién nos acompaña.
Nos cuestan más las cosas en la vida, ya que “no nacimos para ciertos temas”. Una mujer que comente u opine a cerca del fútbol es impensado. Pero sin embargo existen comentaristas y analistas de deportes femeninas.
¿Qué está mejor visto, una mujer que dedica toda su vida a cuidar de los demás y pasa a ser una “mujer florero” en el transcurso de los años, o una que lucha por sus ideales, es profesional y no tiene nada que envidiarle al mundo? Cualquiera de las dos son válidas, pero ninguna está libre de crítica.
La que dedica su vida a los demás y por eso deja de fijarse en ella, se convierte en heroína. Es el rol que la sociedad impone desde un comienzo a la mujer desde el momento en que nace. Su vida está destinada a vivir por otros, y dar lo mejor que tiene.
Teniendo en cuenta la mujer “profesional”, su definición sería: fría y excéntrica que tiene metas claras en la vida.
Hacer algo en función de ella misma; ser mejor, ser reconocida, ser más, ser alguien está muy lejos de ser aquella persona que tiene en claro su papel en esta historia, dado que estamos reguladas por un ojo machista.




jueves, 3 de abril de 2008

El caso "Marita", 23 años

El 3 de abril de 2002 salió de su casa del centro de Tucumán para hacerse un chequeo. En la esquina apareció un auto rojo y le pegaron un culatazo en la cabeza. Tenía 23 años.
María de los Angeles Verón, Marita Verón, estuvo desaparecida los dos días siguientes. Al tercero, la vieron a unos 30 kilómetros de su casa de Tucumán. Iba tambaleante, como drogada, y alguien le había cambiado las zapatillas por tacos altos.
Un patrullero la levantó y lo que sigue —porque sigue— es confuso, aunque todo va en la misma dirección: Marita Verón cayó en manos de una red de prostitución, una de las varias que quedaron al descubierto tras su secuestro.
El expediente judicial abierto tras la desaparición de Marita es un auténtico manual de trata de mujeres que hoy tiene a diez personas esperando juicio oral. En el camino fueron rescatadas 21 mujeres comunes a las que, como a ella, un día una banda raptó para alquilar por turnos.
Empezaron a aparecer las historias de terror: mujeres compradas a traficantes tras ser secuestradas en las calles, trasladadas de un punto a otro del país y obligadas a "trabajar" hasta "pagar" lo que habían costado.
Fueron varios los testimonios que surgieron, de chicas que habían escapado de ese lugar, pero por cuestiones políticas, la causa está trbada en una red de corrupción. Lo último que supimos de Marita es que: "Tributaba muy bien, porque era completita".

martes, 1 de abril de 2008

El caso "Betty", 45 años

Ella vive en el bajo Flores, en una humilde casa, junto con sus 5 hijos. Se distanció de su marido un año después del nacimiento del menor. Con lágrimas en los ojos, Betty recuerda aquel día, donde le suplicaba a Ramón que se fuera.

"Estuve 27 años casada con él, pero un día dije: ¡hasta acá llegué! Era un sábado y había una fiesta. Él nunca me había sacado para ir a una fiesta, así que yo se lo exigí y fuimos. Estuvo bebiendo, y por un desacuerdo me pegó en frente de sus amigos, me sentí tan humillada que decidí dejarlo".

En ese momento, ella se quiebra y rompe en llanto. Betty no sufre por estar sola, le duele su pasado.


"Fue por el año 1995, cuando me enteré lo que pasaba. Fue mi comadre la que me advirtió de esto.
Lo que más me afectaba era que yo siempre daba, a pesar de todo lo trataba bien, le servía, siempre con la esperanza de que él cambiara, pero nada, él seguía con los golpes
Ramón, abusaba de mi con frecuencia y me agredía. Pensaba que todo era parte del juego que él me había enseñado. Lo que pasa es que yo compartí toda mi vida con él, fue mi primer novio, y me mostró como era el mundo, que había allá afuera, entonces todo le creí".

Moretones en sus brazos son los indicios principales que muestran mal trato en su relación.


"No todas las mujeres tienen el coraje para hacerlo, pero cuando el dolor es más fuerte, y tus sentimientos como MUJER comienzan a desaparecer, es cuando una piensa: ¿Y para qué sigo con él?, ¿Qué virtudes rescato?.
Fue difícil lograr que se fuera definitivamente. Un hombre como él no tolera ser desterrado y desplazado de "su" territorio, que hacía muchos años que había dejado de pertenecerle".


Esta es la historia de Betty, una de las tantas mujeres maltratadas, que logra continuar con su vida, y liberarse del monstruo que la atormentaba.

Betty no es su nombre real, pero por cuestiones de privacidad, no revelaremos su ideantidad.